Así será el surrealista ‘Disneyland comunista’ que prepara China para 2021

El conglomerado Wanda construirá un parque temático dedicado al comunismo chino con centros comerciales, teatros y hoteles
Twitter

En 2021 se cumplirán cien años de la fundación del Partido Comunista Chino y el gobierno tiene la intención de celebrarlo por todo lo alto. En concreto, el gigante asiático construirá, a través del conglomerado chino Wanda, una mastodóntica Disneyland dedicada al comunismo. Un parque temático de 1,3 kilómetros cuadrados ubicado en la ciudad de Yan'an desde donde educar sobre la historia del Wanda, divertirse haciéndose fotos con intérpretes de Mao Zedong y, sorpresa, consumir en sus tiendas y restaurantes como en cualquier otro parque de atracciones del mundo capitalista.

Por eso la noticia, difundida por el diario económico chino Caixin, está despertando estupefacción y acaparando muchas críticas en Twitter. Del “una muestra más de que el maoísmo que vive en China es una modalidad más de capitalismo” al “¿será gratis la entrada para el proletariado? Creo que no. El Sr. Wang está construyendo un parque capitalista con fines de lucro envuelto con un lazo con forma de hoz y martillo”, pasando por un sencillo pero mordaz “veo unas cuantas contradicciones en el titular”. Las opiniones varían pero coinciden en algo: un parque temático comunista es una ironía.

De hecho, el magnate Wang Jianlin, fundador y máximo accionista de Wanda, es considerado por la revista Forbes como el hombre más rico de toda China con una fortuna de unos 30.000 millones de dólares. También en esto han centrado sus críticas los usuarios de Twitter: “¿Dónde está el comunismo si el hombre más rico del país está detrás del proyecto? Incongruencia”. O “¿un hombre rico construye un parque temático sobre el comunismo para demostrar su amor al capitalismo o al comunismo? No lo sé, es tan confuso”. Que su coste ascienda a los 1.530 millones de euros no ayuda.

Tendrá un pueblo turístico, centros comerciales, parques interiores, teatros y hoteles diseñados al estilo de la década de 1930 como homenaje al nacimiento del partido revolucionario chino. Su objetivo es bastante claro: aprovechar el llamado turismo rojo o turismo revolucionario. ¿Para qué? ¿Para promover el consumo y enriquecerse a costa de la historia o para educar? La respuesta es personal. Pero lo que está claro es que contemplar el parque, que empezará a construirse este 2019, no habría hecho muy feliz a Karl Marx. Bienvenidos a 2021: odisea en el comunismo-capitalista.

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