Cada vez que tengo la menstruación ayudo al planeta

Una compresa tarda en biodegradarse unos 400 años, sin embargo, más de un 40% de las españolas continúa utilizando este tipo de productos tradicionales. Existen alternativas y ya es hora de incorporarlas a tu vida
Cocoro

Los productos de higiene íntima están acabando con el planeta. Las braguitas Cocoro pueden ser la alternativa a estos productos ya que son la primera marca de bragas europeas que absorben la menstruación y el flujo vaginal. Durante estas fiestas puedes unirte al cambio y apostar por un regalo sostenible y práctico, con el código “COCOROCODIGONUEVO” tienes un 5% extra en todas tus compras


Estoy entre las sábanas de mi cama hecha una bolita. Me abrazo las rodillas y respiro tranquila. Esta posición fetal y el calor que mi propio cuerpo genera me calma el dolor que tengo en el bajo vientre y que está provocado por la regla. El dolor que se siente durante la menstruación varía según la persona, hay algunas a las no les duele nada y a las que jamás les ha dolido y hay otras que no pueden moverse o que, incluso, pueden llegar a marearse. Por supuesto, si este tipo de dolor persiste y nos impide realizar nuestra rutina de forma cómoda, lo ideal es acudir a un expertx. La cuestión es que los cuerpos con útero menstrúan una vez al mes y, esa sangre que expulsamos, según nos han enseñado, debe contenerse en algún lado.

Compresas, salvaslips o tampones son algunos de los productos que hemos utilizado a lo largo de nuestra vida porque no existían otras opciones. Antes de que llegaran estos productos las mujeres utilizaban compresas hechas de tela. Fue en 1920 cuando aparecieron las primeras compresas y en el año 1931 se creó la primera patente de los tampones que hoy en día conocemos. Estos productos de higiene íntima llegaron a nuestra vida para facilitárnosla pero, con el paso del tiempo, han ido destrozando el planeta poco a poco.

Sabemos, hoy en día, que la contaminación generada por los plásticos es uno de los problemas medioambientales más relevantes a los que nos enfrentamos. Como explica el informe de Greenpeace sobre Plásticos en los Océanos, más de 10 millones de toneladas de basura llegan cada año a los mares y a los océanos y el 80% de ellas contienen plástico. Los productos de higiene íntima son uno de ellos. Es más, seguramente algún día has estado en la playa, bañándote en la orilla, y has visto flotando una compresa o un tampón. Eso no solamente es algo desagradable, sino que además podría acabar con la vida de alguna especie del hábitat marino.

Recuerdo, cuando era más joven, la vergüenza que me daba tener que cambiarme la compresa o el tampón. El hecho de que pudieran ver que tenía la regla me hacía sentirme insegura, así que hacía mil maniobras posibles para esconderlos en algún bolsillo o bajo la ropa. La vergüenza, en la actualidad, la siento de otra manera. Ahora, con la consciencia sostenible que hemos ido adoptando, me da vergüenza que vean que compro estos productos y que, con ello, estoy contribuyendo a contaminar más el mundo. Y lo peor de esto es que no soy la única.

De media, a lo largo de nuestra vida —y si no dejáramos de utilizarlos—, podemos llegar a utilizar más de 9.000 compresas y tampones. El 90% de una compresa es plástico y el tiempo que tarda en biodegradarse es de 400 años. Solamente en España, se desechan 2.930 millones de compresas y tampones en un solo año. Sí, tal cual lo lees. Cuando conoces los datos y ves la enorme huella que estamos dejando, sabes que está en tu mano que esto llegue a su fin. Pero, seamos sincerxs, no siempre entramos en acción.

Esto me ocurría a mí. Hasta que las bragas Cocoro llegaron a mi vida. No llegaron de forma casual, fueron un regalo y un muy buen regalo. Se trata de la primera marca europea de braguitas absorbentes para la menstruación y el flujo vaginal. Sustituir las clásicas compresas y tampones debe ser nuestro objetivo. Ahora, en época festiva, podemos ayudar a que nuestro grupo más cercano se una a las alternativas y que, de forma colectiva, empecemos a reducir la contaminación que generan los productos que llevamos usando toda la vida. Porque, además, las alternativas no solo son respetuosas con el medio ambiente sino también lo son con nuestro cuerpo, con unx mismx. Se trata de un regalo práctico, cómodo, respetuoso y sostenible.

Las bragas menstruales de Cocoro son muy similares a unas braguitas convencionales. En ella se combinan tres tejidos: una capa de algodón 100% orgánico que está en contacto directo con la piel, una capa intermedia de tejido técnico que hace posible la absorción de la menstruación y una última capa externa que varía según el modelo. Realmente estas braguitas unifican todo: sostenibilidad, feminismo e innovación. Además, como se pueden lavar hasta 60 veces, tienen una vida útil de dos años. Es una forma nueva de gestionar la menstruación siendo respetuosxs con el medio ambiente y comprometiéndonos con la salud de la mujer.

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