Resuelven el misterio de las inquietantes predicciones de los Simpson
Si existe una teoría de la conspiración inquietante en los últimos años es la de las inquietantes predicciones de los Simpsons. Desde la presidencia de Trump, los atentados del 11-S, el descubrimiento del bosón de Higgs, Lisa Simpson como presidenta de EE.UU vestida exactamente igual a la vicepresidenta Kamala Harris… etc. Pareciera como si los 700 capítulos de la serie, que cumplió 34 años el pasado 19 de abril, hubieran sido lo suficientemente certeros y premonitorios como para anticipar todo lo que ocurrirá en los próximos 30 años. Pero, ¿por qué algunas series o libros como los de Julio Verne o H.G Wells parecen anticipar lo que será el futuro?
Esa es la pregunta que se han propuesto responder en un curioso artículo de El Confidencial en el que no han dudado en preguntar a varios expertos sobre el increíble grado de acierto de la serie. Para el filósofo Eudald Espluga esto se debe a que se trata de una sátira social y que, por tanto, sus predicciones son más bien comentarios sobre la sociedad que ya se han producido y que muy posiblemente puedan hacerlo: el famoso piensa mal y acertarás. “E incluso se produce el efecto inverso: pasa algo y tratamos de buscar paralelismos en 'Los Simpson' para elaborar nuestro propio comentario, crítico, irónico y empático, sobre algo que acaba de pasar”, apunta.
En esta misma línea, la doctora en Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III, Helena Galán Fajardo, señalaba que sería la “mirada aguda y muy informada sobre temas de actualidad, sociales y políticos” junto a un proceso de descodificación posterior interesado por parte de la audiencia la que facilitaría el alto grado de acierto con la realidad de la serie de Matt Groening. Vamos que la reinterpretamos en base a nuestros prejuicios que, por otra parte, ya podían ser anticipados de alguna manera por los guionistas. Pero, además, esta reinterpretación continua de sus personajes no solamente surge de quienes la miran, sino de los propios guionistas que “se dedican a reinventar circularmente una misma cotidianidad”, como añade Espluga.
“En cierto modo, 'Los Simpson' son una máquina de triturar creativamente arquetipos literarios y cinematográficos, de modo que no hay casi ninguna emoción, situación o experiencia humana que no haya sido ya escenificada y parodiada en la serie”, sintetiza el filósofo recordando que, quizá, los guionistas de la seria han sabido jugar como nadie aquello de que “la historia se repite primero como tragedia y después como farsa” y que, por tanto, “juega con las distintas variantes de esa farsa que es nuestra historia”. Eso, y no cualquier otra explicación conspiranóica que busca hacer encajar sus teorías en la serie a martillazos, explicaría su increíble grado de acierto.