El peligro de llevar el móvil en el avión del que no te habían hablado

Los teléfonos móviles pueden causar infinidad de accidentes en los aviones si no son correctamente utilizados y vigilados durante el vuelo
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No importa lo mucho que intentes convencerte: no estamos en ninguna normalidad. Y por eso es comprensible que, pese a tanta vacunación y tanta apertura de fronteras, aún no te sientas en el mood viajero. No hay nada malo en ti. Simplemente necesitas algo más de tiempo, pero sabes que tarde o temprano volverás a ese maravilloso ritual de maletas, aeropuertos y recomendados de Tripadvisor. Por eso es importante que escuches el consejo que las autoridades de seguridad aérea están pregonando a los cuatro vientos: en caso de que se te caiga tu teléfono móvil en el avión, avisa inmediatamente a lxs azafatxs del vuelo. Pero inmediatamente.

El motivo, según cuentan desde el diario británico The Sun, es que los mecanismos de movimiento que usan los asientos en los que disfrutas del viaje también son capaces de aplastar tu smartphone. Esto ya resulta desagradable porque necesitarás comprarte uno nuevo. Y lo peor es que andas de viaje, cuando el teléfono es más importante que nunca para moverte y realizar todo tipo de gestiones. Pero la situación se vuelve mucho peor cuando el aplastamiento afecta no solo a la pantalla, sino también a la batería. Como escriben desde este medio, "aplastar las potentes baterías de litio pueden provocar fácilmente un incendio o una explosión".

De hecho, el mensaje de las autoridades de seguridad aérea, en este caso de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil de Australia, son bastante claros: "Los pasajeros deben recordar no mover nunca su asiento si sus teléfonos se pierden durante el vuelo y siempre pedir ayuda a la tripulación de cabina del avión. Si algún teléfono se daña, la tripulación de cabina debe recibir una alerta de inmediato". Al fin y al cabo, estamos hablando de la posibilidad de provocar un incendio en un avión. No tomar las decisiones correctas podría ponerte en peligro a ti y al resto de personas del vuelo. Es algo que tienes que tomarte muy en serio.

Porque ya ha pasado. Esto no es teoría probabilística. "En un vuelo de Qantas a Melbourne en 2018, un hombre hizo exactamente eso: dejó caer su móvil y luego trató de cogerlo. Mientras intentaba recuperarlo, comenzó a arder, y la situación empeoró tanto que el piloto consideró desviar la aeronave a Sydney y la tripulación tuvo que usar extintores para apagar el incendio", narran en The Sun. Aquel mismo año, los pasajeros de un vuelo de Ryanair tuvieron que escapar por un conducto de emergencia porque se había incendiado una batería de teléfono móvil. Suerte que aún no habían despegado. De lo contrario podría haber sido trágico.

Y los casos se suceden. También en 2018, "el equipaje de mano de un pasajero fue filmado en llamas en un vuelo de China Southern". Y este mismo verano, sin ir más lejos, un smartphone salió ardiendo en la cabina de un vuelo de Alaska Airlines. Evacuación y retraso. Lógicamente, la tripulación está preparada y los aviones cuentan con medidas protectoras, pero no son omnipotentes. Como dice el piloto Patrick Smith en este mismo medio, "las bodegas están equipadas con sistemas de extinción de incendios, pero estos sistemas no siempre son efectivos contra este tipo de incendios". Quizá lo mejor sea dejar el móvil en el bolsillo un rato.

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