Las señales que confirman que eres adicto al trabajo

A veces te entregas demasiado al trabajo y eso puede ser señal de que hay algo que trabajar detrás de esa adicción
Cómo saber si eres una persona adicta al trabajo: estas señales lo confirman

Puede parecer una gran contradicción. Siempre te quejas de que tienes mucho trabajo, de que te gustaría tener tiempo libre, pero a veces, cuando llega el fin de semana y aunque nadie te haya puesto plazos urgentes, eres incapaz de desconectar, te sientes culpable, regresa la tensión y te pones a trabajar. Es posible que seas adictx al estrés.

Cuenta un artículo de Forbes que a veces la ambición y la adicción al estrés pueden confundirse, aunque esta última suele estar vinculada a personas hiperactivas, perfeccionistas, competitivas o con ansiedad, y que se empeñan en estar 24 horas al día trabajando, aunque no acaben de disfrutar. Insomnio, falta de apetito, ansiedad o depresión son algunos signos de que la cosa no va bien.

El portal de salud Salud180 señala cinco señales que podrían apuntar a una adicción al estrés: falta de concentración, deseo de mantener la rutina, letargo o cansancio general, rechazo a la hora de realizar actividades que relajen o inmediatez, prisa, a la hora de hacer las cosas.

Según explica la psicóloga Malena Lede en este portal, “los adictos al estrés no prestan mucha atención a sus necesidades espirituales, emocionales, afectivas y existenciales”.

¿Pones el trabajo por encima de tu salud?

Un artículo de diciembre de 2020 de la revista científica The Conversation señala tres preguntas a responderse antes de saber si eres adictx al estrés. ¿Disfrutas si estás al límite de una entrega? ¿Te gusta trabajar en distintos proyectos aunque sepas que no podrás conseguir los objetivos? ¿Pones el trabajo por encima de tu salud?

Son respuestas afirmativas las que nos ponen sobre la pista, aunque el mismo artículo señala que juegan un papel también otros factores biológicos, como la genética, así como el historial de salud y los componentes ambientales. El círculo social, si es más bien propenso al estrés y a la adicción, también favorece a esta adicción.

El artículo de The Conversation advierte que el estrés prolongado puede derivar en afectaciones cardiacas, daños al sistema inmunitario o envejecimiento prematuro.

El cortisol, hormona del estrés, es la que se activa ante la presencia de retos y que te ayuda a escapar de ciertas situaciones. Cuanto más estresados, más cortisol se genera en el cuerpo y es algo que se ha medido en laboratorios. El tabaquismo está asociado a altos niveles de cortisol y la adicción al estrés funciona de manera similar.

Para combatir la adicción al estrés, en primer lugar es necesario identificarlo y reemplazar hábitos dañinos. El ejercicio físico y una alimentación sana ayudan a reducir el desequilibrio que genera la adicción al estrés. El sueño es también un factor clave, ya que la mala calidad de sueño o su privación tienen efectos opuestos sobre el cortisol.

El cortisol, explica este artículo, puede ser un aliado en las cantidades adecuadas, por lo que el estrés, bien regulado y sin llegar a la adicción, no tiene porque ser un enemigo. Si detectas que eres adictx a él, deberías cuidarte para revertirlo.

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