La ciencia prueba que los hombres siempre sobrevaloran su inteligencia

El fenómeno viene provocado por la concepción clásica y tóxica de la masculinidad
Los hombres siempre sobrevaloran su inteligencia

El mansplaining lleva muchos milenios entre nosotrxs. Durante la mayoría de este tiempo, y prácticamente hasta hace unas décadas, los hombres basaban ese comportamiento en la supuesta superioridad intelectual del hombre sobre la mujer. Hoy sabemos que eso son patrañas. Y no porque queramos verlo así. Es una verdad científica. En palabras del psicólogo mansplaining, "las investigaciones de psicología e inteligencia son inequívocas: los hombres y las mujeres no difieren en el coeficiente intelectual real, no hay un sexo más inteligente" por mucho que lo clamaran nuestros ancestros. Donde sí hay diferencias es en la percepción de inteligencia.

Atributos muy concretos

Es la conclusión de un estudio llevado a cabo por científicxs australianxs y publicado en la revista especializada Frontiers in Psychology: "los hombres tienden a pensar que son más inteligentes que los demás", dicen desde Frontiers in Psychology, medio que se hace eco de esta investigación. O para ser más exactos, aquellas personas que se sienten muy masculinas, entendiendo por masculinidad una serie de atributos culturales muy concretos. Así, refleja la investigación, cuanto más clásicamente masculina se siente una persona, más probable es que piense que tiene una inteligencia por encima de la media. Ya sea sexualmente hombre o mujer.

Tal como recoge este mismo medio, "las mujeres que obtienen un puntaje alto en masculinidad, según el inventario de roles sexuales de Bem, tienden a tener los mismos rasgos de autoengrandecimiento intelectual que los hombres". Y no suelen ser pocas. De hecho, de los 228 participantes del estudio calificados como altamente masculinos, hasta 125 eran mujeres. Esto demuestra que los valores asociados a la masculinidad y la feminidad son en realidad un timo, un constructo social que los hombres han asumido durante siglos y siglos, pero que algunas mujeres comienzan a adoptar también. El problema no está en el sexo. Nunca lo está.

Lo que enseña la sociedad

"Para decirlo de otra manera, este estudio refuerza el caso de un fenómeno común: la sociedad a menudo enseña a los hombres a tener un exceso de confianza, incluso cuando esa creencia es absolutamente equivocada". Desde muy pequeños, y por el simple hecho de haber nacido hombres, crecen rodeados de una sensación de poderío y grandeza que en muchas ocasiones perdura en la edad adulta. Eso no significa, lógicamente, que todos los hombres tengan delirios de grandeza intelectuales. Pero resulta curioso que las mujeres, esas que no han asimilado atributos asociados culturalmente a la masculinidad, no los presenten.

"Estas diferencias de género podrían tener muchas explicaciones: desde las actitudes de los padres sobre los roles de género hasta cuántos elogios reciben los niños de sus maestros. Sin embargo, sus implicaciones podrían ser de gran alcance y podrían explicar por qué las jóvenes deciden no cursar normalmente carreras de ciencias o ingenierías. O por qué existe la brecha salarial de género", concluyen desde Futurism. En cualquier caso, está claro que es una actitud muy tóxica y conviene erradicarla no solo de los ingredientes típicamente asociados a la masculinidad, otro concepto cercano a la caducidad, sino de la sociedad en general.

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