7 consejos para dejar ese mal hábito de una vez por todas

No es imposible. Simplemente necesitas estrategias de afrontamiento probadas científicamente

Algunos malos hábitos están muy arraigados en ti. Tanto que, por mucho que intentas deshacerte de ellos, por mucho que intentas sustituirlos por otros más saludables, fracasas una y otra vez. Esto, según cuentan desde Business Insider, puede deberse a una falta de conocimiento acerca de tus patrones de comportamiento, del desencadenante de ese mal hábito concreto y del contexto en el que te resulta casi inevitable caer en él. De ahí que uno de los consejos que proporcionan desde este medio para eliminar un mal hábito de tu vida sea analizarte en profundidad. “Si tienes un desliz, anota lo que hiciste justo antes de que ocurriera y cómo te sentiste ese día”. Obtén la autoconsciencia necesaria.

Una vez conozcas cuál es el desencadenante principal, evítalo. Ese es el segundo consejo: si sabes que cada vez que sales a la terraza de la oficina fumas, no salgas a la terraza de la oficina y prueba a realizar otra actividad de descanso. No obstante, la llamada del mal hábito continuará ahí, gritándote que sucumbas a su encanto, por lo que necesitas un tercer consejo clave: “intentar sustituirlo por un comportamiento diferente qui te proporcione la misma satisfacción”. Quizás puedas encontrar esa misma relajación del tabaco en la meditación. O en comer algo dulce pero saludable como fruta. No será lo mismo. Claro que no. Pero se trata de no dejarte repentinamente sin ninguna clase de disfrute extra.

Tienes que darte recompensas

De todas formas, e incluso encontrando recompensas alternativas satisfactorias, el antojo será presente “de unos minutos a unos 20 o 30 minutos” una vez aparezca. Por eso en ocasiones necesitarás tirar de un cuarto consejo: distraerte. Como indican desde el mencionado medio, “hacer ejercicio siempre es una buena opción porque te obliga a centrarte en cómo se siente tu cuerpo en lugar de en tu antojo”. Y encima te pondrás sabrosx. ¿Has conseguido resistirte, ya sea por la autoconsciencia, la evitación, la sustitución o la distracción? Recompénsate, pues “las recompensas pueden ayudarte a mantener la motivación y a ser menos propensos a abandonar”. Es una carrera de fondo. No es un sprint.

Y quedan dos consejos con base científica más. Por un lado, hallar la autocompasión suficiente en tu corazón para perdonarte cuando la cagues y vuelvas a caer presa del mal hábito. Al fin y al cabo, “enfadarte o decirte a ti mismo que eres un fracaso puede hacer que te sientas desanimado y menos propenso a intentar de nuevo dejar de fumar”. Y por otro lado, buscar apoyo profesional. Hay malos hábitos que no tienen un impacto excesivo en tu vida, pero otros son verdaderamente perjudiciales y debes mandarlos a la mierda como sea. Y ese “como sea” incluye invertir algo de dinero en unx especialista que te acompañe en todo el proceso, te oriente y te ayude a conseguirlo. Tú puedes.

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