Girls Who Code: Ni Empollona, Ni Rara, Ni Poco Femenina

La invención de la imprenta en el siglo XV hizo que las personas aprendieran a leer. Ahora, con todas las innovaciones tecnológicas, también se necesitan nuevas habilidades que, si no se controlan, pueden llevar a la exclusión social. La digital divi
© Steve Boxall

La invención de la imprenta en el siglo XV hizo que las personas aprendieran a leer. Ahora, con todas las innovaciones tecnológicas, también se necesitan nuevas habilidades que, si no se controlan, pueden llevar a la exclusión social. La digital divide, o brecha digital es “la brecha que separa a los que tienen acceso a las nuevas tecnologías de los que no la tienen”, según Marian Ortiz del Amo y Yanina Welp,  autoras del libro Sociedad Red.

La falta de acceso a la línea, la falta de acceso al ordenador o móvil, y la falta de formación a la hora de usarlos son tres puntos clave a la hora de entender la brecha digital. Pero, además, no hay que olvidarse del entorno y, por lo tanto, del género.

Girls Who Code es una entidad que trabaja para inspirar, educar y proveer a chicas de Estados Unidos con las habilidades digitales necesarias para obtener todas las oportunidades que el siglo XXI ofrece. Empezó en Nueva York y, dado su éxito, se ha extendido a cinco ciudades más, aparte de crear clubes en bibliotecas y escuelas de todo el país. La entidad desarrolló un nuevo modelo de enseñanza que, junto con educadores, ingenieros y empresarios, ofrece la posibilidad de que chicas aprendan robótica, desarrollo de aplicaciones y diseño web de la mano de mujeres que están en lo más alto de este mundillo. El colectivo pretende romper la brecha  digital que existe entre hombres y mujeres y alcanzar, por fin, la paridad de género.

Girls Who Code, por lo tanto, quieren asegurar la prosperidad económica de las mujeres en todo el mundo y dar a los ciudadanos las herramientas necesarias para el cambio social.

Girls Who Code pretende llegar a todas las chicas jóvenes, ya que, tal como el grupo explica, si se expone a las niñas en el campo de la informática a una edad temprana, es posible que “dé lugar a más mujeres que trabajen en los campos de la tecnología y la ingeniería”. En su página web, contabilizan que en la escuela el 74% de las chicas se muestran interesadas en el mundo digital pero tan solo un 0,3% acaba eligiendo ciencias de la informática en el instituto.

Según la catedrática Cecilia Castaño, esto viene dado por los atributos de masculinidad y feminidad con el que se educa a los niños. Responsabilidad y cuidado las niñas, ordenadores y videojuegos los niños. En extensión, los profesores tienen expectativas distintas en lo que respecta a ambos géneros, considerando la educación científica como más necesaria para los niños, que posteriormente serán los que deben triunfar. La imagen estereotipada de la mujer es el principal obstáculo para la igualdad de oportunidades.

“En clase se les pregunta menos, se espera menos tiempo a que respondan y se las interrumpe más. Desde el jardín de infancia el éxito se considera masculino y, en el caso de que triunfe una niña, no se la considera campeona, sino que su triunfo se debe a que ha desempeñado un trabajo muy duro”, redacta la Catedrática de la Universidad Complutense, que ve en la sociedad actual una falta de modelos de mujeres triunfadoras en las TIC. Además, una chica cursando una carrera tecnológica, por ejemplo una ingeniería, se asocia a una persona “empollona, rara y poco femenina”.

Según la entidad, en Estados Unidos habrá 1’4 millones de empleos especializados en tecnología en el 2020, y las mujeres deberían ocupar la mitad, es decir, 700.000 puestos de trabajo.

 

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