Lo que debe y no debe hacer un becario si quiere ser contratado al final de sus prácticas

 ¿Y si tuviéramos la receta para conseguir que un becario consiga un contrato tras el periodo de prácticas? Hemos contactado con CEOs para descubrirla.
becario

Cada año miles de jóvenes empaquetan sus mochilas con algo de ilusión y miedo para vivir la experiencia del becario. Nos hemos acostumbrado a hacer tantas que somos conscientes de que las primeras prácticas probablemente no serán las últimas, y aunque las segundas aún pueden ser emocionantes, hacia las terceras o las cuartas la cosa empieza a frustrar. Pero, ¿y si tuviéramos la receta para conseguir que nos hicieran un contrato tras el periodo de prácticas? Y si supiéramos, dicho directamente por quienes están al cargo de tomar la decisión de contratarte, qué cosas buscan en ti, qué necesitan ver en un becario para pensar: “a este o esta no lo puedo dejar escapar”Hoy estamos un poco más cerca de saberlo, ya que hemos podido contactar con algunos CEO y supervisores para conocer sus opiniones.

Lo que NO debes hacer bajo ningún concepto

Empecemos con lo más básico, aunque te pueda parecer que debes dar menos que el resto de empleados porque, al fin y al cabo tu estás solo haciendo prácticas, la realidad es que para que te tomen en serio tendrás que poner toda la carne en el asador.

Eso pasa por comprometerse con las cosas que pasan por tus manos como si fueras un empleado más. Para Ignacio Oyarzun Verdasco, socio de la tienda online Regalador, “es fundamental que el candidato sea capaz de responsabilizarse de cumplir con sus horarios y su plan de actividad. Se le suponen unos niveles mínimos de responsabilidad, pero también existen algunos detalles que pueden marcar la diferencia. Si su actitud es lineal de estricto cumplimiento del horario y de no exposición mostrará una tendencia al ‘acomodo’ y a cubrir ‘expediente’ que tampoco es beneficiosa”. Ignacio también encuentra importante que la persona en prácticas se haya documentado previamente sobre la empresa y sus posibilidades de desarrollo futuro en esta, “si demuestra cierta indiferencia se interpretará negativamente. Unas prácticas son una oportunidad, y todos los días se debería de buscar, con ilusión y paciencia, el máximo aprendizaje posible”, asegura.

Trabajo en las oficinas de Regalador.

Silvia Vernia Trillo, directora de la Oficina para la Transparencia y las Buenas Prácticas del Ayuntamiento de Barcelona, también coincide en que una de las cosas que te hacen entender que un becario solo está de paso y no se compromete es la pasividad: “quedarse pendiente de recibir órdenes sin tomar la iniciativa, o incumplir plazos de entrega, son algunos de los motivos que me hacen pensar que esa persona no se va a quedar tras sus prácticas”, asegura Silvia.

Cuando el becario no está contento, o no se compromete, enseguida hay gestos y actitudes que lo “delatan”. Esa poca predisposición es lo peor que puedes hacer en tus prácticas si lo que quieres es terminar quedándote en la empresa. “La persona becaria debe disfrutar de la experiencia en su puesto de trabajo y compartir la cultura de la empresa. Si no demuestra interés y pasión por el trabajo que desempeña será complicado que podamos contratarle”, nos cuenta Laura Carazo, CEO de Worköholics.

Lo que SÍ debes hacer para ganarte el puesto tras las prácticas

Ya te hemos dado algunas pistas con las actitudes que debes evitar a toda costa, pero ¿qué cosas son las que te llevaran a ser el favorito para ocupar un nuevo puesto?

Laura Carazo nos comenta que en Worköholics aspiran a que se enriquezca el equipo: “Buscamos a personas autónomas y proactivas, por lo que encuentro positivo que la persona becaria tome la iniciativa y defienda su visión. También valoraremos la capacidad de aprendizaje del becario, así como el compromiso con las tareas que se le encomienden”.

Desde la agencia de marketing y comunicación Watermelon también nos dan algunos consejos. Para su Head of Marketing, Fernando Moreu, una de las cosas a la que le dan mucha importancia es a la evolución de los conocimientos del becario desde que inició sus prácticas hasta que las termina, ya que al fin y al cabo no deja de ser una muestra de su capacidad de trabajo y de la actitud que ha tenido a lo largo del recorrido por la empresa. Aunque Fernando también explica que "lo indispensable para contratarle es que tenga una actitud positiva y constructiva, ganas de aprender y no conformarse nunca con el resultado obtenido, intentando mejorar siempre en los trabajos realizados y saliéndose de lo habitual pensando siempre "out of the box'".

Trabajo en equipo oficinas Worköholics.

Ignacio Oyarzun destaca que algunas de las cosas más importantes para él son la actitud, la predisposición al trabajo, tanto individual como en equipo, y la calidad humana. Los conceptos más técnicos, como los idiomas y la formación académica son más fáciles de ver en la fase de entrevistas o primeras semanas de trabajo, pero las cualidades humanas requieren de tiempo e interacción para ser evaluadas. “En términos generales, mis mejores recuerdos son los de aquellas personas que fueron generosas con el equipo y, por extensión, con la empresa para la que trabajaban. Algunos tuvieron que asumir algún trabajo extra de compañeros enfermos, sacrificar alguna hora de sueño para acudir a alguna presentación importante, alternar trabajo de poca responsabilidad con otro algo más cualificado asumiendo el cambio de Rol con absoluta naturalidad y esforzarse por cumplir con su trabajo y sus estudios”, asegura Ignacio. 

¿Es buena idea ir más allá de tus responsabilidades o dar tu opinión?

Una pregunta que se hacen muchos becarios tiene que ver con si deberían o no aventurarse a dar su opinión, aunque esta vaya en contra de lo que dice el supervisor, o la mayoría del grupo. O si es buena idea tomar la delantera en empezar cosas o responsabilizarse de algo que no le han pedido, empujados por el afán de querer demostrar iniciativa, sabiendo que es posible que metan la pata.

Ignacio Oyarzun lo tiene claro: “Cualquier becario debe ser valiente, debe atreverse a cuestionar ciertas cosas. Pero ojo, no basta la crítica, esta debe ser constructiva y aportar soluciones reales. En la empresa, como en cualquier otra organización formada por personas, la educación, los modales, y el tacto serán fundamentales a la hora de comunicar las ideas. Las personas más valiosas no siempre son las que tiene las mejores ideas, son las que son capaces de aglutinar más voluntades alrededor de ellas”.

Por otra parte, Fernando Moreu avisa que, a pesar de que este tipo de iniciativa por parte del becario le parece correcta, debe consultarse con el equipo antes de hacer nada: "Una vez compartidas las propuestas con el resto del equipo, si son aprobadas, se pondrían en práctica".

Organización Worköholics.

¿Es suficiente todo esto para poder quedarte en la empresa?

La pregunta del millón. 'Me he esforzado durante meses, he dado lo mejor de mí, he procurado convertirme en alguien indispensable, pero, ¿será suficiente?' Si de algo estamos seguros en España es de que los puestos de trabajo brillan por su ausencia desde hace años, y aunque por temporadas vamos remontando, la realidad es complicada.

Laura Carazo nos pone un buen ejemplo: “Nuestra última experiencia ha sido excelente. Myriam consiguió hacerse indispensable en las primeras tres o cuatro semanas de trabajo: desarrollaba sus tareas como frontend developer y se ofrecía para apoyarnos en proyectos de marketing digital, aplicando los conocimientos de su anterior experiencia profesional. Ahora es una más del equipo, y no recordamos la vida sin ella. Pero es cierto que no todo depende de la actitud y las aptitudes, también es decisivo el momento que vive la empresa y sus posibilidades reales de crecimiento”.

Por su parte, Ignacio Oyarzun destaca la suerte que ha tenido de poder trabajar con personas maravillosas que durante un tiempo habían sido becarios a sus órdenes. “En la mayoría de los casos, pude incorporar a los becarios a la empresa. No siempre fue así, se dieron algunas circunstancias en las que, a pesar del buen desempeño, no fue posible... mi filosofía en este sentido es clara: nadie controla el futuro, pero si dejas lo mejor de ti para conseguir un objetivo y la puerta se te cierra, no tardará mucho en abrirse otra. Hacer las cosas bien allá donde vayas siempre compensa”.

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En la mayoría de casos la contratación final depende de una balanza entre el trabajo del becario y las posibilidades de la empresa. Sin embargo, si se empiezan las prácticas con actitud derrotista nunca se conseguirá poner al encargado en la tesitura de intentar mover cielo y tierra para que te quedes con ellos, a pesar de todo.

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