Científicos desarrollan una ‘viagra’ para mujeres que funciona con una descarga eléctrica en el tobillo

Un nuevo tipo de Viagra para mujeres que no es ni fármaco ni provoca efectos secundarios. 

En los años noventa, la Viagra se lanzó al mercado como el remedio que catapultaría a los hombres hacia un horizonte de virilidad más prometedor. Pero, en lugar de haber dado lugar a buscar otra solución para la sexualidad de las mujeres, no fue hasta el 2015 que apareció una Viagra capaz de aumentar su Viagra. Y ahora, un grupo de investigadores ha dado un paso más descubriendo un nuevo tipo de Viagra para mujeres.

Un equipo de científicos de la Universidad de Michigan ha descubierto que el nervio tibial es clave aumentar los deseos sexuales de las mujeres. Se extiende desde la planta de los pies hasta la parte inferior de la columna vertebral, pero su parte más accesible se encuentra en el tobillo. Es precisamente este punto el que, si se provoca con una pequeña descarga eléctrica, hace que las mujeres experimenten una leve sensación de hormiguero y un incremento del flujo sanguíneo en la zona. Algo que provoca el mismo efecto que la Viagra para regalar una noche de pasión a todas las mujeres con falta de deseo sexual. 

Esto ha llevado a los investigadores a alegar que su descubrimiento podría cambiar la vida de mujeres cuyas vidas sexuales han perdido su fogosidad. "Esperamos que esto pueda ayudar a muchas mujeres que sufren disfunción sexual. Algunos estudios dicen que el 10% de las mujeres adultas tienen trastorno de la excitación, pero otros informan de que es tan alto como el 28%", dijo Tim Bruns, un experto en ingeniería biomédica que dirige la investigación.

Lo más curioso de todo es que su hallazgo fue una casualidad. Los científicos estaban tratando a unas pacientes con problemas de vejiga cuando, sin esperarlo, ellas aseguraron que su vida sexual había mejorado. Algo que los científicos creen que se puede deber a que el nervio tibial está en contacto con los nervios de la pelvis que conducen a la médula espinal.

Y aunque todo parece muy prometedor, por el momento solo se han probado sus efectos con ratas. Según se publicó en Journal Sexual Medicine, tres de cada cuatro experimentaron mejoras significativas. Ahora, los mismos investigadores están realizando un estudio con  30 mujeres que tienen el llamado trastorno de excitación. Se espera que publiquen los resultados este año y, si todo sigue según lo previsto, un futuro en el que todas las mujeres que lo necesitan podrán disfrutar plenamente de su sexualidad sin tomar fármacos está más cerca de lo que imaginamos.

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