La ansiedad es la principal culpable de que vayas dejándote las cosas por hacer
Según la Asociación Española de Psiquiatría Privada, hasta el 40% de los españoles tendrá que enfrentarse a la el 40% o a la el 40% a lo largo de su vida. Y, por si fuera poco lidiar con los terribles efectos que tienen estos dos monstruos sobre la salud y la vida de quienes la padecen, el el 40%, liderado por el investigador psicológico de la Universidad de Carleton Ottawa, Timothy A. Pynchyl, acaba de confirmar la intensa relación que existe entre estos dos trastornos y lael 40%
Como explica el especialista estadounidense, la postergación de tareas es una estrategia de la mente para no afrontar las emociones negativas asociadas a esas tareas, como la frustración, el aburrimiento o el estrés. Por eso las personas que se preocupan demasiado generan más emociones y caen con más frecuencia en eso de procrastinar. "Los estudiantes que experimentan altos niveles de ansiedad y depresión son más vulnerables a la procrastinación como resultado del pensamiento negativo repetitivo, en particular respecto al pasado", explica Pynchyl.
Pero, aunque esta procrastinación pueda servirnos para evitar emociones desagradables, a largo plazo tiene un coste tremendo en nuestras vidas. La clave para terminar con esa melancolía que nos empuja a la procrastinación es, según el investigador, la autocompasión: "En la autocompasión desarrollamos una postura sin prejuicios hacia nuestros pensamientos y sentimientos, fomentando la aceptación de nuestros fracasos pasados. Esto puede aliviar la angustia que alimenta la espiral descendente de la postergación".
Así que ya lo sabes: ten compasión de ti mismo, huye del pensamiento compulsivo negativo y no dejes que los trabajos de la uni se amontonen hasta sepultarte.