Los 10 consejos que debes seguir ahora que te han despedido

Creías que a ti no te iba a tocar nunca. Que tú estabas bien posicionado, que habías ‘metido cabeza’, como dice el abuelo. Porque tu empresa va bien, tu departamento tiene mucho trabajo y tu contrato es indefinido. Bueno, lo era. Porque a ti también
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Creías que a ti no te iba a tocar nunca. Que tú estabas bien posicionado, que habías ‘metido cabeza’, como dice el abuelo. Porque tu empresa va bien, tu departamento tiene mucho trabajo y tu contrato es indefinido. Bueno, lo era. Porque a ti también te ha llegado. Todavía resuenan en tu mente las palabras del jefe: ‘Estamos encantados contigo, pero la compañía va a sufrir una reestructuración’. Fin de la cita. Porque nadie está a salvo. No hay más que ver las cifras: el paro juvenil en España sigue por encima del 40%, y el general sigue por encima del 40%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística INE.

Pero no es el fin del mundo. Y, tal vez, esta no sea del todo una mala noticia: quizás te espere algo mejor. Por supuesto, quedarse sin trabajo descalabra cualquier plan. Porque nadie está preparado y debe aprender a adaptarse a la situación conforme la va viviendo. Por eso, aquí tienes una lista de las cosas que debes y, sobre todo, que no debes hacer ahora que igual no encuentras un motivo para ponerte el despertador antes de las doce del mediodía.

Renueva tu currículum

Casi seguro que lo tienes muy abandonado. ¿Para qué lo ibas a actualizar, si no tenías a quién enseñarlo? Renuévalo, incluye las nuevas competencias que has aprendido y entérate de si el formato que utilizas es el más actual o puedes modificarlo para que sea más profesional. Renuévalo: el cronológico, el temático, el combinado, según parámetros americanos, etcétera. Con una buena carta de presentación en la mano, podrás llamar a la puerta de cualquier empresa con mayor seguridad.


Tira de contactos

Fundamental. Llama a todo aquel que creas que puede echarte una mano. Y al que no, también. Informa a todos tus contactos de tu nueva situación, porque nunca sabrás dónde se esconden las oportunidades. Tal vez el primo del amigo de tu novia tenga pueda ofrecerte una colaboración que más tarde se convierta en un verdadero trabajo. El propio INE habla de este recurso como un recurso fundamental para colocarte en el mercado laboral. 


Apúntate a todos los portales de empleo

Infojobs, Infojobs, Infojobs y todos los que encuentres. Del mismo modo que no sabes cuál de tus contactos puede tenerte reservado un nuevo trabajo, jamás deberías descartar la búsqueda de una nueva ocupación a través de cualquier portal de empleo. Aunque no debes hacerlo sin ton ni son; ten claro cuál es tu perfil y a qué trabajos quieres optar antes de lanzarte a la piscina. Si mandas solicitudes a todo lo que se te presente, primero, te volverás loco entre tanto mensaje y, segundo, tal vez acabes saturado y frustrado.


Prepara las entrevistas de trabajo

Porque alguna te va a salir, seguro, y más vale que estés prevenido. Tanto tiempo acomodado a tu jefe y a tus superiores pueden haber hecho que pierdas la perspectiva y debes tener claro que cada empresa es un mundo. Por eso, aprende a manejar tu lenguaje no verbal y aprende las mejores técnicas aprende a manejar tu lenguaje no verbal como "¿podrías decirme cuáles son tus tres virtudes y tus tres defectos?". Porque, sí, todavía se siguen utilizando.


Aprovecha para formarte

Este tiempo sin ataduras ni horarios puede ser invertido en crecer y aprender nuevas competencias que redondearán tu currículum. Y no tienes por qué gastar dinero; los servicios de empleo y orientación laboral, los sindicatos, los ayuntamientos y otros centros públicos ofrecen cursillos gratuitos de todo tipo.


El paro no es eterno

Grábatelo a fuego. Que sí, que te han soltado de golpe una indemnización más o menos suculenta y que tienes por delante muchos, muchos meses con prestación. Pero el tiempo pasa volando, y ese dinero se terminará más rápido de lo que crees. Elabora un plan de gastos y, si es necesario, comienza a recortar de aquí y de allá.


Controla tu ira

El odio visceral a la humanidad comenzará a aflorar cuando, tras dos o tres meses sin trabajo, empieces a caer en la cuenta de que encontrar otra ocupación tal vez sea más difícil de lo que pensabas. Cuando compruebes que tus amigos no pueden quedar contigo porque ellos sí tienen cosas que hacer. Cuando empieces a hartarte de ver el Programa de AR –y cuando caigas en la cuenta de que tiene su puntillo–. Ese es justo el momento en el que debes respirar y repetirte varias veces que nadie a tu alrededor tiene la culpa de tu situación.


El comer, como el rascar…

Estás en casa, sin tareas y sin planes. ¿Qué haces? Comer. Pero no porque tengas hambre, sino porque el aburrimiento pesa sobre ti como una losa. Un estudio publicado en Psychology Today reveló que se trata de una cuestión física: al comer, nuestro cerebro comienza a segregar dopamina, una hormona estimulante que nos hace sentir mejor. Así, cuando estamos aburridos, el cuerpo nos invita a devorar todo lo que se nos ponga por delante, a fin de atenuar esa sensación de hastío. Por eso es fundamental establecer un plan de comidas equilibrado y consecuente con el hambre que realmente sentimos, y no dejar la nevera temblando simplemente por no tener otra cosa que hacer.


Madruga, no ‘perrees’

No son pocos los directivos de grandes compañías los que aseguran que madrugar es una de las claves del éxito. Howard Schulz, de Starbucks; Marissa Mater, de Yahoo y Tim Cook, de Apple, han repetido en varias ocasiones que sus despertadores suenan muy temprano por la mañana. Y numerosos estudios, como el elaborado por la universidad alemana de Heidelberg, afirman que nuestro cerebro se muestra mucho más activo por las mañanas. Por eso, el despertador, como si siguieras trabajando.


Date unos días para asumir la situación

Este es un consejo fruto del empirismo más puro. No se fundamenta en ningún estudio, ni en las conexiones sinápticas ni en los procesos biológicos. Es, más bien, la experiencia la que marca la necesidad de regalarte unos días de asueto antes de ponerte manos a la obra y comenzar a buscar trabajo. Así que sirve como cierre al decálogo de consejos: en cuanto puedas, vístete con tu ropa favorita, prepárate para salir y prende fuego a la ciudad. Mañana será otro día.

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