Uno de cada tres pueblos españoles tiene una fosa común

”El fusilamiento de más de 2.200 personas durante casi 20 años de represión franquista han ayudado a localizar los escenarios de la barbarie”

El próximo jueves se cumplirán 50 años de la muerte del dictador nacionalcatolicista Francisco Franco, el que mantuvo a todo nuestro país subyugado durante 36 años. A diferencia de lo que ocurrió pronto en otros países que padecieron la lacra del totalitarismo fascista, como Alemania, en el que rápidamente se pasó a una ofensiva total contra dicho pasado antidemocrático, en España nos ha costado mucho más. Hemos tardado en eliminar nombres de generales franquistas de nuestras calles. Hemos tardado muchísimo en promover la prohibición de asociaciones franquistas. Hemos tardado en buscar en las fosas comunes a las decenas de miles de personas asesinadas.

Porque no hablamos de una fosa. Ni de diez. Ni de 100. La cosa es mucho más grave. Como revela el mapa elaborado por DatosRTVE y RTVE Noticias sobre las fosas comunes identificadas a lo largo y ancho del territorio español, ahora mismo hay localizadas 5.848, “con una estimación de al menos 140.000 inhumados en su momento”. Y no, no todos los cuerpos pertenecen a las víctimas de la Guerra Civil o de la represión franquista, pero muchísimos de ellos sí. Y no fue una cosa centralizada ni exclusiva de una o varias regiones: el 31% de los municipios españoles ha tenido o tiene una fosa común en estos últimos noventa años. Y algunas de ellas siguen sin exhumar.

Y no las han encontrado por arte de magia. Como explican desde el medio público, “el fusilamiento de más de 2.200 personas durante casi 20 años de represión franquista han ayudado a localizar los escenarios de la barbarie en España gracias al trabajo de investigadores y asociaciones memorialistas”. Hay mucha gente que cree que todo esto debería quedar en el olvido. Hay mucha otra, y especialmente la que perdió familiares cuyos cuerpos nunca volvieron a ver, que desean que todo esto siga adelante para sanar y para contribuir a la construcción de una memoria histórica que nos proteja. Porque un pueblo sin recuerdos es un pueblo vulnerable.

Pero es que el bando republicano también tiene muertos a sus espaldas. Un discurso que, si bien es cierto, se tiene que contextualizar. Primero, porque es el bando que tenía la legitimidad democrática y electoral. Estaban defendiendo las voluntades del pueblo en las urnas. Segundo, porque los datos no engañan: “Las fosas de víctimas de la represión ejercida por republicanos suponen alrededor del 17% de las fosas donde se ha podido extraer el dato. La mayoría son de violencia provocada por los sublevados entre 1936 y 1939 o ya en la dictadura”. En cualquier caso, que recuperen todos los cuerpos posibles. De quien sea. Es lo que debe hacer un país digno.

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