Maduro adelanta la Navidad a octubre, pero la crisis sigue latiendo

El dirigente venezolano ha avanzado la fecha en medio de la crisis desatada por la falta de transparencia en los últimos resultados electorales

Ya es Navidad en Venezuela, y no, no es una exageración. Aunque estamos en pleno octubre, el presidente Nicolás Maduro ha decidido, como lo viene haciendo desde 2018, adelantar las fiestas navideñas. Así, el país ha adelantado a Mariah Carey por la izquierda y ha entrado modo festivo desde el 1 de octubre hasta el 15 de enero, mucho antes que el resto del mundo. Pero esta decisión va más allá de simplemente colgar luces y decorar las calles: tiene un trasfondo político en un país que enfrenta una crisis profunda.

Este adelanto de la Navidad ocurre en un momento particularmente delicado. Tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, la oposición denunció fraude y el principal rival de Maduro, Edmundo González Urrutia, se exilió en España, sosteniendo que ganó con el 67% de los votos. Mientras tanto, organizaciones como el Centro Carter han presentado pruebas de irregularidades ante la OEA, lo que ha tensado aún más el ambiente político. Ante esta situación, el gobierno ha apostado por adelantar la Navidad, una maniobra que muchos ven como una estrategia para desviar la atención de la crisis política y dar una sensación de normalidad.

Un mensaje de alegría y control en un momento de crisis

No es solo la política la que juega un papel en este adelantado espíritu navideño. El chavismo ha hecho de las festividades una herramienta propagandística. Las luces y adornos ya decoran los edificios gubernamentales, y la icónica cruz del Ávila, que se enciende tradicionalmente en diciembre, ya está iluminada. Todo esto envía un mensaje de alegría y control, en un momento en que el país atraviesa grandes dificultades.

A pesar del esfuerzo del gobierno por crear un ambiente navideño, la realidad económica de Venezuela sigue siendo dura. La inflación ha reducido drásticamente el poder adquisitivo de la población y las importaciones de productos navideños se han visto afectadas por problemas logísticos y la caída de envíos desde China. No obstante, algunos comerciantes, como Ruth, una vendedora en el centro de Caracas, explican a El País como aún mantienen algo de optimismo. Aunque las ventas han sido bajas, confían en que las semanas previas a diciembre traigan más clientes.

Las reacciones de los venezolanos ante el adelanto de la Navidad han sido diversos. Mientras algunos lo ven como una distracción superficial, otros prefieren disfrutar del ambiente festivo como un escape temporal de la crisis. En las redes sociales, el anuncio ha sido motivo de memes y comentarios irónicos, como una imagen que muestra largas papeletas de votación convertidas en un árbol navideño, burlándose de la situación política actual.

Así, aunque Caracas ya brilla con luces navideñas, el adelantado espíritu festivo no oculta las sombras que persisten en la vida cotidiana de los venezolanos. La maniobra de Maduro busca transmitir tranquilidad, pero la crisis sigue siendo la realidad.

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