Dinamarca prohibirá las redes sociales a los menores de 15 años

Y el Gobierno español también parece estar trabajando en algo parecido

Siempre hay mucho lío cuando se trata de prohibir por edad. ¿Acaso es necesariamente más responsable al volante una persona de 18 años que una de 16? ¿Es más consciente de la realidad sociopolítica alguien que vota con 20 años que una persona de 17? Es un tanto arbitrario. Siempre lo es. Pero también es verdad que en algún punto hay que poner la barrera porque no puedes ir analizando a cada persona una por una. Y el tema de las redes sociales no es una excepción. Desde hace un tiempo sabemos que su uso, y sobre todo su abuso, afecta a la calidad de vida de la gente, especialmente de la gente joven, razón por la cual Dinamarca acaba de limitar su uso a mayores de 15 años.

Y es de las pocas cosas en las que las diferentes formaciones políticas del país parecen ponerse de acuerdo. Sí, en una época de tantísima polaridad, escribe la periodista Eva R. De Luis, “la propuesta ha sido respaldada por una coalición de partidos de diferentes colores, resaltando que los menores no deben quedarse solos en un entorno digital donde los contenidos dañinos y comerciales influyen demasiado en su vida cotidiana y en su desarrollo”. Y algo de sentido sí que tiene: da cosita ver a niños de 10 años bien metidos ya en las redes sociales y en la vorágine de estímulos tontos y constantes que proporcionan. La vida analógica es necesaria. Es el ancla con el mundo real.

De momento, el gobierno danés no ha explicado cómo se materializará esta medida: ¿tendrás las plataformas sociales que adaptarse y solicitar el carnet para la creación de una cuenta? ¿O quedará en la típica tontería de clicar en sí, tengo más de 15 años que cualquiera puede saltarse? Aún no tenemos info. Lo que sí está claro es que Dinamarca, como dice su primera ministra, abre un debate en el seno de la Unión Europea. Sí, otros países occidentalizados como Australia ya habían puesto en marcha leyes similares, pero este nuevo movimiento nos toca muy de cerca. De hecho, el Gobierno de España parece estar trabajando también en algo parecido. Hay consenso alrededor de ello.

Y me parece bien que lo legislen. Es una buena idea frenar una epidemia de sobreinternet que altera el sueño, el hambre, la sexualidad, la ideología y muchos otros aspectos de la vida de lxs niñxs, lxs preadolescentes y lxs adolescentes. Pero el problema es pensar que la cosa termina ahí. Que toda la responsabilidad debe caer en políticxs, en padres y madres y en lxs propixs usuarixs. ¿Qué hay de las grandes multinacionales tecnológicas? ¿Van a seguir depurando algoritmos y demás estrategias que enganchan a la gente hasta hacerla sentir mal consigo misma? ¿No deberíamos presionar para tener unas redes sociales más útiles y saludables?

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