Fin del mito: las mujeres sienten tanto deseo sexual como los hombres
La sociedad siempre lo ha tenido muy claro: los hombres son más sexuales que las mujeres y están mucho más dispuestos a follar en cualquier circunstancia. Una idea que quedó reforzada cuando un estudio de 1989 llegó a la misma conclusión. No obstante, parece que aquella investigación dejó de lado una cuestión muy importante que ahora un nuevo estudio sí ha incluido. Y los resultados son muy distintos. No, las mujeres no sienten menos deseo sexual que los hombres. Simplemente resisten más los impulsos debido a las exigencias sociales que padecen.
En concreto, y como explican lxs autorxs en el paper de la investigación, esta se dividió en dos secciones. Por un lado, “seis hombres y ocho mujeres de aspecto promedio se acercaron a 162 hombres y 119 mujeres en un campus universitario o en una discoteca y les propusieron una cita o sexo casual”. Y ahí sí: los hombres decían sí con bastante más frecuencia que las mujeres. Lo esperable. Lo que todo el mundo cree que pasa. Por otro lado, metieron a 60 personas en un laboratorio, le enseñaron perfiles inventados de gente y les dijeron que querían sexo con ellxs.
Y la cosa cambió totalmente. Como explica el equipo encargado del experimento, “en este entorno más seguro subjetivamente, la diferencia de género desapareció, con la misma proporción de hombres y mujeres que consintieron en una cita o en tener relaciones sexuales”. Sin gente alrededor, con la sensación de que todo queda entre muy pocas personas, de que la movida es más o menos secreta, las mujeres se sintieron más cómodas para ser ellas mismas y dar rienda suelta a sus deseos. Un deseo equiparable en intensidad y en frecuencia al de los hombres.
Lo cual nos lleva a dos cuestiones. La primera es la de la reputación. ¿Qué seguimos haciendo mal para que las mujeres condicionen su disfrute sexual al qué dirán? ¿Cómo es posible que sigan reprimiéndose a ellas mismas a causa de una presión brutal sobre su sexualidad en pleno 2025? Los prejuicios siguen ahí. Para que luego digan algunos que el feminismo ya no es necesario. Que como hay igualdad ante la ley hay igualdad en todos los sentidos. No es así. Tú lo sabes y por fortuna mucha más gente también. Queda mucho camino por recorrer para que sean libres de verdad.
Y la segunda es la de la seguridad. En la sección del laboratorio había una historia detrás de los supuestos pretendientes. Una inventada, sí, pero ellas no sabían que era inventada. En la sección una no. La gente que iba por el campus o por la discoteca haciendo proposiciones sexuales eran unxs randoms. Las mujeres no tenían muchas referencias de qué tipo de personas eran y de qué tan segura podían sentirse con ellas. En un mundo en el que la violencia sobre las mujeres sigue muy vigente, esta precaución no debería extrañar a nadie. Es otra muestra de que toca seguir luchando.