Si supieras lo importante que es quedarte con quien te haga reír

Piensa en la última vez que alguien te hizo reír, de esa forma en la que te dolían las mejillas y el abdomen, y que los ojos te brillaban de una forma indescriptible. ¿Ya?, ahora gira levemente tu cabeza y mira a la persona que provocó ese desternillante momento. ¿La ves bien?, pues no te separes de ella. Más que una sugerencia es un imperativo que te envío con toda mi sinceridad, y te voy a explicar por qué.

Quédate con quien te haga reír.

En serio, quédate con ese alguien que te haga reír mucho.

No lo dice ningún estudio o frase de un famoso escritor, lo digo yo, en primera persona. Porque si te ríes solo puedes correr el peligro de dar a entender que tu estabilidad mental es dudosa. Pero no solo por eso, reír acompañado es de las mejores experiencias. Valora tanto a alguien que se sepa reír y sonreír de verdad y que consiga, casi sin esfuerzo, provocar en ti ese efecto. Porque, aunque creas que esto último es fácil, entraña muchas asperezas.

Te han malacostumbrado diciéndote que debes vivir tu vida al máximo, que es muy corta. Permíteme decirte que tienen razón. Es corta si no la sabes aprovechar, si tomas decisiones basadas en lo socialmente correcto en lugar de lo que tu corazón siente. Será corta si decides que el qué dirán pesa más que dar una imagen algo alocada pero tener el corazón lleno de carcajadas y tu existencia llena de sentido. Sin embargo, será larga y próspera, si el tiempo que dure, la vives rodeándote de gente que te haga sentir plenamente, y una de esas personas será aquella que siempre te haga reír.

En las relaciones sentimentales, eres consciente de tus momentos de revelación, como aquellas pequeñas cosas que te afirman que la que está a tu lado es la persona indicada, tu persona. Desde luego, si la risa no está entre ellas es probable que no tengáis mucho que hacer juntos a largo plazo.

Repítete esto: "Voy a quedarme con quien me haga reír". Porque el día en que no tengas eso, no solo lo echarás de menos, sino que te estarás perdiendo una de las mejores cosas que hay en la vida. Esa persona que se ríe de tus tonterías, con la que das la espalda a los prejuicios de los demás, y lo más importante, con quien puedes ser completamente libre.