Rasgos magnéticos que generan relaciones duraderas

No existe ciencia exacta en el amor. No hay una fórmula infalible. No hay un camino único hacia la supervivencia de una relación. La vida, ya lo sabes a estas alturas, es mucho más complicada. No obstante, y según una investigación realizada en la Universidad de Nicosia, en Chipre, y publicada en la revista especializada en psicología Personality and Individual Differences, existen ciertos rasgos que aumentan muchísimo las probabilidades de que una relación perdure en el tiempo. La más importante de todas, y no resulta demasiado sorprendente, es la cualidad de ser confiable y fiel. Si ambas partes de la pareja renuncian a cualquier tipo de traición la relación será mucho más sólida.

Pero también es profundamente magnético el hecho de ser dedicadx y cariñosx. En palabras de Theresa E. DiDonato, profesora de psicología en la Loyola University Maryland, “las personas esperan que sus relaciones duren cuando su pareja invierte en cuidarlas”. Es obvio. Como lo es que otro de los rasgos más atractivos en las relaciones a largo plazo sea el ser divertidx. Si tienes sentido del humor, si sabes jugar y reírte, si tienes energía para hacer diferentes planes, tienes muchas menos posibilidades de ser abandonadx. Y lo mismo pasa con la positividad. Según la psicóloga, “tener una actitud alegre y confiada es un imán que apoya la estabilidad”. El pesimismo es corrosivo.

Además, el estudio chipriota apunta a la sensibilidad emocional, el compromiso con la relación y cierta estabilidad financiera como factores que influyen en la longevidad de las relaciones. Puede parecer frívolo, pero las situaciones económicas inestables generan emociones grises y en ocasiones oscuras que afectan inevitablemente al estado anímico y en consecuencia a la relación con los demás. Pero se trata de un rasgo que no depende exclusivamente de ti. También del mercado laboral y de las leyes gubernamentales acerca de los derechos del trabajo. Lo que sí depende de ti es ayudar en casa. “Ser capaz de compartir la carga de trabajo en el hogar marca la diferencia”.

Y quedan tres rasgos magnéticos más. Por un lado, tener intereses comunes con la otra persona. Es esencial en la atracción romántica a largo plazo. Por otro lado, llevarse bien con los seres queridos de la otra parte. Como dice DiDonato, “tener una pareja que se lleve bien con las personas que son importantes para ti es una cualidad magnética que fomenta la estabilidad de la relación”. Al fin y al cabo, la relación no es exclusivamente un vosotrxs dos. Es mucho más. Por último, está el hecho de ser buenx en la cama: “Es una cualidad magnética cuando las personas encuentran a alguien que puede mantenerlas satisfechas y que siente pasión por ellas”. Mantiene viva el alma.