Los problemas económicos más comunes en pareja

La gestión de las finanzas en pareja es uno de los problemas más comunes en toda relación
Cuáles son los principales problemas económicos entre las parejas

Cuando empieza cualquier relación, el tema del dinero acostumbra a ser secundario, pero así como avanza la cosa sí que ya va apareciendo. No hace falta tener una casa y una hipoteca juntxs para que pueda haber tensiones por la gestión de la pasta y cómo se gasta. Un ejemplo muy claro de esto es cuando tenéis que decidir a dónde vais a cenar y unx se decanta por un sitio bastante carillo, y otrx prefiere ir a tomar algo en otro lugar más económico. Ya sea porque no tiene pasta o porque tampoco quiere gastarse esa cantidad en una cena. 

Bien, si estás teniendo roces con tu pareja por temas como cuánta pasta os vais a gastar en el próximo viaje juntxs o cómo lo hacéis para dividir la compra en caso de que viváis juntxs, hay que decir que tiene solución. Además, no es algo que sea un problema único de la relación, sino que es muy frecuente en el 99,99% de las relaciones

A la hora de decidir las actividades juntxs lo mejor que podéis hacer es acordar previamente un presupuesto. Lo ideal es buscar un tope de lo que a ambxs os parezca razonable gastar, ya sea en una cena o en un viaje, y a partir de ahí buscar la opción que más os guste. Es importante también tener empatía con la situación económica de la otra persona. En el caso de que tú cobres más, un detalle puede ser que lx invites a cenar en ese sitio tan caro que te hace ilusión, pero tampoco debe convertirse en la tónica de la relación. A nadie le gusta sentir que constantemente le tienen que estar invitando para ir a los sitios. Por eso es tan importante que la mayoría de actividades ya tengan un presupuesto de cuánto os podéis gastar o de cuánto dinero estáis dispuestxs a gastaros, para evitar sorpresas posteriores.  

Si vuestro caso tiene que ver con la convivencia diaria porque ya compartís piso, o queréis hacerlo, lo mejor que podéis hacer es mantener vuestras cuentas separadas cada unx y crear una tercera que sea común. Allí podéis poner domiciliar los gastos del piso, como el alquiler o las facturas. Además, podéis acordar también poner el dinero de la compra común cada mes. Aunque te vayas a vivir con tu pareja, no hay necesidad de que ambxs directamente paséis a tener una misma cuenta, deshaciéndoos de vuestras privadas. Tenerlo así os ahorrará muchos problemas y malentendidos.

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