Descubre cómo es la tela de araña de un manipulador emocional

No todas las relaciones son de color de rosas, ni todas las personas saben establecer vínculos sanos aunque su apariencia diga todo lo contrario. Existen verdaderos artistas del camuflaje que, sin darnos cuenta, nos arrastran al centro de su telaraña
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No todas las relaciones son de color de rosas, ni todas las personas saben establecer vínculos sanos aunque su apariencia diga todo lo contrario. Existen verdaderos artistas del camuflaje que, sin darnos cuenta, nos arrastran al centro de su telaraña para no dejarnos escapar y alimentarse de nuestra energía y bienestar. Ellos y ellas son los manipuladores emocionales y será mejor que aprendas a distinguirlos, para tenerlos bien lejos. 

¿Cómo actúa un manipulador emocional?

Todo comienza por un juego de atracción irresistible acompañado de una sonrisa, una mirada cómplice o un gesto amable. Un manipulador emocional te hará creer que es la persona perfecta para ti ofreciendo una buena imagen de sí mismo. Siempre estará disponible, te propondrá planes fascinantes, será sociable y te hará fantasear con todo aquello que siempre has soñado para ganarse tu confianza. Una increíble puesta en escena para captar todo tu interés y que comiences a entrar en su trampa sin ni siquiera darte cuenta.

Su arma serán las palabras seductoras, las insinuaciones y las promesas para hacerte creer que eres libre mientras, poco a poco, te va desestabilizando para implantar la idea de que lo necesitas para estar bien y ser feliz. Las expresiones como Qué serías tú sin mí” o “Solo puedo comprenderte yo, nadie más son una de sus armas predilectas. De esta manera, te va anestesiando lentamente a través de sus indirectas que, realmente, son lanzadas para impedir que discutas o te resistas a sus encantos mientras teje su trampa, anulando tu sentido crítico de forma sigilosa y atacando tu autoestima. Ya casi estás en el centro de su diana.

El siguiente paso es inducirte a cortar las relaciones con tus amigos y familia para lograr que dependas de él emocionalmente y pierdas toda seguridad y confianza en ti mismo. De esta forma, ya nadie podrá influenciarte ni sugerirte. Solo estaréis él y tú en su telaraña. Lo ha conseguido: tu autoestima está completamente afectada y te encuentras atrapado en su mundo sin saber qué hacer ni cómo actuar. Mientrastanto, él sí puede hacer lo que quiera.

Toda esta trampa ha sido tejida por la seducción y la comunicación perversa para sumergirte en un mar de incertidumbre y confusión que tiene como objetivo aislarte y convertirte en su presa. Un manipulador emocional juega a perderte a través del rechazo de la comunicación directa. Lo dice pero no lo dice, no pone nombre pero insinúa todo y tú sabes qué pasa aunque los demás ni lo vean.

Él no quiere negociar sino imponer, no le interesas tú sino el poder que cree tener. Deforma el lenguaje y es capaz de pasar de un tono cálido y agradable a otro frío y descalificador en segundos si las cosas no se hacen como él quiere. Luego, tiene el valor suficiente para negar todo lo que ha dicho a través de la frase: “Nunca he dicho eso, te lo habrás imaginado…”. 

¿Cómo salir de su telaraña?

Lo principal en este tipo de relaciones es darse cuenta y despertar, es decir, ser consciente de que estás preso en la tela de araña construida por un manipulador emocional. No es un proceso sencillo, ya que puede que estés agotado/a emocionalmente y hayas perdido toda la seguridad en ti. Pero es posible y nunca es demasiado tarde. Si tienes dudas, es conveniente que reflexiones sobre algunos temas como, por ejemplo, si te sientes aislado o has perdido el contacto con tu familia y amigos, si has cambiado tu forma de pensar, tu identidad o si tienes miedo a expresar tu opinión o hacer lo que te apetezca con alguna otra persona.

Si es así, puedes retomar el contacto con alguna persona con la que tenías mucha confianza o a un especialista para que pueda ayudarte y recibir el apoyo emocional que necesitas. Por último, ten en cuenta que el deseo de venganza puede invadirte, pero tan solo es otra trampa en la que puedes llegar a perderte de nuevo. Lo más importante es salir de la telaraña y recuperar tu vitalidad para llegar a ser feliz de nuevo.


Gema Sánchez es psicóloga.

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