Ni triptófano ni mindfulness: tu gran aliado psicológico es tu animal de compañía

Te aporta estabilidad, sentido de propósito, afecto y una presencia incondicional

El bienestar psicológico depende de infinidad de factores y cualquiera que te salga con el rollo de que hacer esta cosa o aquello otra cosa te va a traer la paz infinita y la dicha eterna te miente a la cara. Es mucho más complejo que tocar un botón. Sin embargo, y como van mostrando progresivamente más y más investigaciones científicas, hay ingredientes en tu vida que tienen una mayor influencia en ese bienestar. El ejercicio físico es uno de ellos. La buena higiene del sueño es otro. Y contar con una buena red de apoyo también. Lo que acabamos de descubrir es que tener una mascota a tu lado puede tener el mismo impacto que cualquier de ellos o incluso más.

En concreto, ha sido una revisión sistemática llevada a cabo por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud, parte de la Universidad Autónoma de Barcelona, la que ha conseguido vincular las relaciones emocionales con perros y gatos con una gran cantidad de beneficios para la salud mental. Como apuntan desde Infosalus, donde han tenido acceso a la investigación, “la presencia de un perro o un gato aporta estabilidad y ayuda a mantener rutinas, actividades que, a su vez, pueden ser un factor de resiliencia en tiempos difíciles”. Sacarles a dar una vuelta. Jugar con ellos. Lavarles. Darles la comida. Forman parte de tu día a día sin excepción. Y te hacen sentir útil.

Sí, parece que buena parte del beneficio que tiene una mascota en el cerebro humano está relacionado con el hecho de tener un propósito. Puede que te suene a cliché, pero es una realidad que ocuparte de lxs demás, preocuparte por sus necesidades, retira algo de atención de tus propias movidas y te proporciona un plus de motivación. Sabes que ellos te necesitan sí o sí. Que eres clave en su satisfacción e incluso en su supervivencia. Que te quieren más que a nada en el mundo. Y eso tiene un impacto en tu estado anímico. Quizá no lo notes mucho en la cotidianeidad, pero la diferencia es brutal a largo plazo. Tu soledad es mucho menos solitaria si tu mascota está ahí.

Obviamente, esto no significa que puedas prescindir de los vínculos humanos: hay necesidades que ni el mejor perro o el mejor gato del mundo pueden cubrir. No obstante, “sí nos pueden aportar elementos de mucho valor como compañía, rutina, afecto y la seguridad de una presencia constante que pueden contribuir a que mejoremos nuestro estado emocional, algo que es clave para afrontar los retos diarios”. No es extraño que la gente llegue a quererles tanto. Aunque suene too much, tu perro o tu gato tienen un papel esencial en tu vida. Antes era una evidencia empírica, ahora es una evidencia científica.

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