Begum TV, la tele para mujeres afganas privadas de educación que se retransmite desde París

Es la resistencia en el exilio. La única fuente de información imparcial y apoyo psicológico que tienen millones de mujeres oprimidas

Es increíble lo rápido que nos olvidamos de las cosas: cuatro años atrás la vuelta al poder de los talibanes en Afganistán estaba día tras día en el foco mediático y hoy apenas hablamos ya de aquella realidad. El mundo va muy rápido y pasan cosas constantemente. Pero Afganistán sigue sufriendo las consecuencias. Sobre todo las mujeres. Como explica en un reportaje la periodista María D. Valderrama, “desde su retorno al poder, los fundamentalistas han emitido más de un centenar de decretos que borran progresivamente la presencia de mujeres en la sociedad”. Las niñas mayores de 12 años ya no van al colegio. Las mujeres ya no van a la universidad. Les han robado la educación. Es ahí donde entra en escena Begum TV.

Muchas mujeres afganas lo dejaron todo atrás para salir del país tan pronto como los talibanes remontaron el control de la región. Sabían lo que se venía. Eran conscientes de que iban a perder todos sus derechos y a convertirse en personas de segunda clase dentro de esa sociedad lunática. Pero no se olvidaron de su tierra. Algunas de ellas, desde París, dieron vida a una tele por satélite desde la que dar info de calidad, entretenimiento libre y apoyo emocional a las mujeres afganas. Para quienes estamos fuera de aquel infierno puede parecer anecdótico, un canal más, una acto de resistencia menor, pero la realidad es que Begum TV conecta a millones de esas mujeres con el resto del mundo. Con quienes eran antes de septiembre de 2021.

En una entrevista en París con la propia Valderrama, la periodista afgana Hamida Aman, creadora del canal con el apoyo del Ministerio francés de asuntos Exteriores y de Naciones Unidas, explica que “el 80% de nuestro contenido es educativo. Desde las siete de la mañana hasta las 13 horas emitimos cursos, por la tarde hay programas de entretenimiento y a partir de las 18 horas un prime time con emisiones de apoyo psicológico, consejos de salud, música y entretenimiento”. La idea es evitar que se cree un vacío educativo que lastre aún más la situación de las mujeres en las próximas décadas. Sí, las niñas que hoy no van al colegio ni al instituto serán mujeres mucho más vulnerables.

Pero la pregunta clave aquí es: ¿de verdad les llegan estas emisiones o también tienen capado el acceso a ellas? Parece ser que sí. Según cuenta Valderrama, quien ha profundizado a fondo en toda esta cuestión, “internet y la televisión por satélite, imposible de controlar por las autoridades, se han convertido en la principal forma de resistencia para las mujeres que siguen en el país”. La única esperanza diaria a la que aferrarse en un panorama desolador que las oprime y las sume en situaciones insostenibles que en muchos casos acaban en depresión e incluso suicidio. Han pasado ya cuatro años y Ucrania, Palestina, Trump, la DANA, el apagón y ahora Pakistán e India han opacado el drama afgano, pero sigue ahí. No deberíamos olvidarlo.

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