6 ocasiones en las que la presión de grupo la haces tú

la presión de grupo o presión social muchas veces no es en forma de bullying descarado, sino con sutilezas que normalizamos.

Pensaríamos que las convenciones y normas sociales solo las predica el cura del pueblo o tu abuela en Navidades, pero en realidad todos nosotros llevamos en el ADN una serie de prejuicios instaurados que se reproducen en casi todo lo que hacemos. Por eso, la presión de grupo o presión social muchas veces no es en forma de bullying descarado, sino con sutilezas que normalizamos. Hay muchas situaciones en las que eres tú mismx quién empuja a un colega o a alguien de tu familia a actuar "como el resto", a ser un rebañito de ovejas porque, ¿para qué esforzarnos en entender lo distinto? De ahí, precisamente, salen comentarios como estos:

1."¿Y cuándo os casáis?" "¿Para cuándo hijos?" "Ya es hora de que sientes la cabeza, ¿no?" Son cosas que todos hemos dicho alguna vez y se reciben con risas vergonzosas, pero que al oírlas hasta la saciedad solo demuestran que estamos encorsetados en la dinámica monogámica y de la estructura familiar tradicional. Esto hace que si a cierta edad no cumples estos requisitos, parezca que te falta algo. Hay gente que racionalmente decide no tirar por la misma vía, ni ponerse a criar como conejos, y no es porque nadie les quiera o les falte un hervor.Resultado de imagen de lets marry gif

2."Tómate otra copa, no seas tan rallad@", "Venga, va, un chupito más. ¡No me vas a hacer beber a mi sol@!" Soy la primera en caer en esto habitualmente, porque me va la marcha más que a un tonto un lápiz, pero me he dado cuenta de que no deja de ser una chapa cuando insistimos con condescendencia. Aunque tajarla nos parezca algo rebelde, no es más que el pasatiempo por excelencia de la juventud occidental, así que ya no le vemos nada extraño a consumir esta droga líquida y legal cada fin de semana. Pero a quién no le de la gana, ¿por qué tendríamos que convencerlo?

3. "¿Dónde me vas así, sin depilar?" Esta es de los creadores de "¿has empezado ya la operación bikini?" o "arréglate un poco para salir, ¿no?" Está más que demostrado que la depilación no es más higiénica ni más sana, pero nos sigue pareciendo feo que una mujer elija no arrancarse o rasurarse el vello corporal. Y sí, tranquilo/a, ahora corro a "arreglar" este destrozo biológico que soy yo al natural, para poder exhibirme. La apariencia sobre todo la de las mujeres es un foco de prejuicios muy común, y algunxs creen que cuando te dan un supertip de belleza te está salvando la vida.

Resultado de imagen de hairy girl gif 4. "¿Cómo vienes así vestid@?" "Te vestirás mejor para ir a trabajar, ¿no?" "Con ese tattoo nadie te contratará" Pasa cada vez menos, pero seguimos rechazando estilos que no compartimos. Aunque por ejemplo los piercings o los tattoos son un obstáculo cada vez menor en el mundo profesional, todavía quedan muchos estereotipos asociados a estas modas. Y en lo personal, si lo que te gusta es ir vestido de comunión, también es genial que lo hagas aunque en tu entorno sean todos aspirantes a Eminem. Tendemos a querer parecernos a los que nos rodea cual camaleones, pero si te apetece acercar tu estilo al de los demás, que no sea para que te acepten. Mucha gente expresa su individualidad a través del atuendo, no hacen falta uniformes fuera del horario laboral.

5. "Va tío, no me seas nenaza" "Compórtate como un hombre". El rol que la sociedad le impone al hombre al nacer tiene como consecuencia una masculinidad inventada estricta y anticuada. Todavía hay gente que asume que los tíos tienen que mostrar siempre fortaleza e independencia, penalizando inconscientemente las muestras de vulnerabilidad. Se asume que un tío que llora en público es raro, una situación incómoda. Es la misma mierda que decirle a alguien "una señorita no se comporta así o asá". Son clichés sexistas baratos que en realidad solo perpetúan los cuentos de siempre.Resultado de imagen de freddie mercury gif

6. "¿Y cuándo te buscas un curro de verdad?" Si alguien te dice que pinta al óleo, está escribiendo un libro o compone rap, puede que te surja preguntarle "y además de eso, ¿trabajas?". Parece mentira porque es la cultura lo que ilumina nuestros días, pero no todo el mundo valora el trabajo creativo o artístico a no ser que se le dé un fin comercial inmediato. Puede que no moneticen su trabajo mensualmente, pero no está de más respetar el tiempo y esfuerzo invertidos en crear.

Aunque en la mayoría de veces no lo hacemos con mala intención, todos estos estímulos hacen que la otra persona sienta que tiene que corregir algo, sobre todo si su autoestima no es para tirar cohetes. Pero vivir como a uno le sale del mondongo, mientras no se meta con el prójimo, no significa estar equivocado. "Normal" es una palabra relativa que además no debería ser nuestro objetivo vital. La próxima vez que te salga alguno de estos comentarios, podrás sonreír por dentro porque como mínimo serás consciente de tus sesgos.

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