'White Lotus': ¿Puede el turismo de lujo producir angustia?

La serie más vista en HBO, a punto de finalizar la segunda temporada, triunfa aunque es incómoda

Para muchxs es la imagen de la felicidad: Unas vacaciones con una familia o una pareja preciosa y mucho, muchísimo dinero, en la tropical Hawai o la preciosa e histórica isla de Sicilia, rodeadx de belleza por todas partes. Pero hay pocas cosas más tristes que unas vacaciones cuando estás podrido por dentro, y eso es lo que demuestra 'The White Lotus', la serie más vista en España de HBO Max, que está a punto de finalizar su segunda temporada a pesar de ser de lo más incómoda.

El planteamiento de la primera y de la segunda temporada son muy similares, con distintos escenarios. Una o varias muertes sugeridas a principio de temporada y, después, la presentación de diferentes modelos de familia, pareja o personas solas que coinciden en un hotel de lujo. Los personajes se cruzan en los espacios comunes, la piscina, el desayuno, el bar... Y a veces llegan a intimar, claro, creando unas tramas entrelazadas de lo más adictivas. Una vez has visto en el primer episodio esa muerte, constantemente te preguntas de dónde habrá salido.

Pero incluso sin esa pregunta, la trama es de lo más adictiva porque estira el egoísmo humano que todos tenemos llevado a un extremo insoportable y lo mezcla con las excentricidades más absurdas de los ricos que, por suerte, la mayoría nunca tendremos. Son muchas veces personajes creíbles pero arrogantes, con sentimientos, pero al final: todos tienen un punto egoísta que les pierde.

A medio camino entre el culebrón y el thriller

A saber: Una familia con una hija adolescente y su amiga que combinan la más absoluta frivolidad en su vida con los valores morales más correctos, un joven decente que viaja con un padre y un abuelo de lo más machista y mujeriego, dos parejas de jóvenes ricachones en la que la más correcta se acaba impregnando de la falta de escrúpulos de la otra, una pareja donde ella, de clase humilde, se da cuenta de lo insoportable que es su nuevo marido en plena luna de miel...

Si le sumas la interacción con los locales, paisajes increíbles y todo tipo de enredos, te queda una serie a medio camino entre el culebrón y el thriller, la comedia y el drama, que aunque transmita mucha angustia es difícil de dejar. Y, sí, habrá una tercera temporada inspirada en las cumbres de poderoso del club Bildelberg y, de nuevo, contará con Jenniffer Coolidge, hilo conductor de la serie que encadena vacaciones y que ha ganado un Emmy este año (de las cinco que se llevó la serie) por su interpretación. Por cierto, ¿Quién morirá al final?

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