¿Por qué todo el mundo está a favor de Johnny Depp?

La campaña contra Amber Heard por el juicio contra Depp es una aviso a navegantes de hasta que punto se puede retroceder en la lucha por la igualdad de género
¿Por qué todo el mundo está a favor de Johnny Depp?

El juicio de Johnny Depp contra Amber Heard está llegando a su fin. Durante seis intensas semanas hemos sigo testigos de declaraciones muy, pero que muy surrealistas, pero también de relatos durísimos, como el de la actriz explicando que el protagonista de 'Piratas del Caribe' empezó a abofetearla cuando esta le hizo gracia uno de sus tatuajes. "Me reí porque pensé que estaba bromeando y me abofeteó", declaraba ante el tribunal Heard. 

Quién ha difamado a quién

Aunque es cierto que se trata de un juicio para dirimir quién ha difamado a quién, y no sobre si hubo violencia machista o no, lo cierto es que no se puede obviar la lectura en clave de género y cómo puede afectar esto al movimiento #Metoo. Especialmente en las redes, donde hay cientos de cuentas de TikTok y Twitter subiendo vídeos en defensa de Johnny Depp y atacando a Amber Heard, desestimando su relato. 

Antes de abordar esta cuestión queremos aclarar que no se pretende juzgar a nadie, ni dar una mayor validez a los argumentos de una parte u otra, sino reflexionar sobre lo que nos dice de nosotrxs como sociedad y como el patriarcado sale a relucir en situaciones como esta, donde se justifica la violencia masculina. 

La idea del análisis es intentar evitar repetir lo que ya paso con otros casos donde se acabó demonizado a la mujer a causa de los prejuicios machistas: como pasó con Britney Spears, por ejemplo, que se la tildó de loca y ahora hemos visto que pasó por una situación de abuso y control por parte de su padre que la condujo al breakdown. Lo ideal sería que dentro de unos años miráramos atrás y no pensáramos que habíamos vuelto a demonizar quien no debíamos.

Duros testimonios por ambas partes

Dicho esto, es cierto que aún no hay veredicto sobre el juicio, y que el relato de ambas partes es estremecedor y duro. Incluso la terapeuta personal del matrimonio, que declaró en la parte de la defensa de Depp, llegó a decir que el maltrato se producía por ambas partes. Aunque posteriormente, otra psicóloga presentada por la defensa de Heard desestimó esas declaraciones.

En el juicio se acusa a Heard de presuntamente haber cortado un dedo a Depp y haberlo agredido. Mientras que Depp también es acusado de haber agredido presuntamente física y psicológicamente la actriz. El actor mismo ha reconocido ante el juez haber dicho a amigos, o enviado mensajes, con frases como: “vamos a ahogarla antes de quemarla, me follaré su cuerpo quemado después para asegurarme que está muerta”, “ojalá su cadáver podrido se esté descomponiendo en el puto maletero de un Honda Civic”, “no quiero volver a ver a la zorra asquerosa de Amber en mi vida” o “golpearé a la puta fea antes de dejar entrar”. Aquí no hay medias tintas ni hechos presuntos.

Lo primero que muchxs pueden sentir ante el panorama del juicio convertido casi en un circo mediático es dudar, o al menos tomar distancia de la situación sin justificar ni una ni otra parte. Ahora bien, el hecho es que el juicio se ha convertido en una cuestión política que está sirviendo para atacar el #Metoo e iniciar una cruzada ideológica cuyo lema es “a los hombres también nos maltratan” en una línea muy similar al #notallmen y las archiconocidas denuncias falsas con el objetivo de deslegitimar las víctimas de violencia machista.

Las dos líneas discursivas

La proliferación de cuentas a favor de Johnny Depp y que atacan sin reparos a Heard no es una sensación, es una evidencia. Dentro de los perfiles existentes se pueden diferenciar dos líneas discursivas: una que intenta “lavar” la imagen de Depp vídeos suyos yendo a hospitales a ver niños enfermos, fans yendo a darle regalos y apoyo, etc y otra que se dedica a atacar a Amber Heard. Aquí encontramos montajes de vídeo y argumentos que buscan pintarla como una loca o desquiciada, en desacreditar lo que dice e incluso a ridiculizarla por su aspecto en el juicio.

Por el contrario, es inexistente una campaña que ataque a Depp que ojo, tampoco estaría bien, hecho que evidencia el trato desigual por parte del público hacia ambas partes y el sesgo machista de la mirada. En ningún momento los fans u otros perfiles reconocen o tienen en cuenta las declaraciones y hechos probados de Heard. 

Alerta violencia machista

El hecho que exista esta campaña contra Amber Heard, y que justifique a toda costa las acciones de Depp como si no hubiera hecho nada mal, también ha alarmado a los expertos en violencia machista. La portavoz de Solace Women’s Aid, una organización británica que ayuda a las víctimas de violencia machista explicaba a Euronwes que los discursos para justificar a Depp y difamar a Heard son los mismos que los maltratadores usan contra las supervivientes para menospreciar sus argumentos

A todo esto cabe sumarle que se trata de un juicio retransmitido y que cuenta con millones de espectadores, puede comportar un importante retroceso en lo que respecta al tratamiento mediático de las víctimas de violencia de género. Se teme incluso que este juicio, con la campaña de linchamiento y demonización de Heard, aumente el miedo de muchas víctimas a denunciar y a hacer público su caso. 

La periodista del New York Times, Michelle Goldber, escribía en un artículo que las reacciones al juicio están mostrando un “frenesí misógino muy amplio” que representa “el momento profundamente reaccionario en el que vivimos”. Además de recordar muy finamente como Depp escribió a su abogado, que una vez iniciado el juicio, Heard desearía “abrirse la cabeza contra la pared”, como si ya conociera bien a su público. 

El problema está en que se ha dado el peso de batalla política y cultural a un juicio muy concreto. Es más, se está utilizando como justificante para desvirtuar el #Metoo y minar años de lucha para que las víctimas de la violencia física y psicológica no sean revictimizadas en los tribunales. De hecho, la sentencia de este juicio, según el veredicto final, puede acabar siendo usada muy peligrosamente para atacar el feminismo y la lucha por la igualdad. Las reacciones al juicio con esta carga de misoginia no deben ser tomadas como si nada, sino más bien como una alerta a navegantes de como está el patio a día de hoy.

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