Existe un lugar para las personas creativas y está en imaginCafé en Barcelona

El Imagincafé se parece a un capítulo de Black Mirror pero con música de M83. 
imagincafe barcelona

Bajando desde el metro Universidad en dirección a Plaza de Cataluña en Barcelona, llama la atención una esquina inusual, sin filo; un bloque imponente emparedado entre carreteras. El 11 de la calle Pelayo. Se llama iié y es el espacio habilitado por i e inspirado en los valores de imaginBank, la banca móvil de CaixaBank para jóvenes, con la idea de estimular el centro de Barcelona.

Se trata de un contenedor cultural de 1.200 metros cuadrados con actividades diarias y completamente gratuitas, aunque los clientes de imaginBank tendrán ventajas exclusivas. Su objetivo pasa por traer a la ciudad propuestas creativas radicalmente actuales, así como algunos esbozos de lo que vendrá. Además, el espacio sirve de punto de encuentro para el talento emergente y le brinda un altavoz que trasciende las paredes del espacio físico, pues imaginCafé también ofrece sus contenidos en digital a través de las redes sociales y la web.

Pero, ¿por qué hay que fijarse en esta esquina? La peculiaridad  del imaginCafé –además de servir de plataforma de contenidos online– es que funciona a la manera de un cuerpo humano. Sensible y caliente. Empieza en la planta superior, por la cabeza: una altura dividida en salas de reuniones y mesas comunitarias, estéticamente asemejada a un coworking. Este espacio está dedicado al emprendimiento y movido por una mente colmena de la que surgen las ideas excitantes.

Arriba se piensa.

Y por debajo se late.

A media altura se encuentra el Ágora, la sala principal, un piso diáfano que acoge las actividades de mayor envergadura: conciertos, charlas, talleres, etc. El corazón de este lugar palpita a muchas velocidades; un día con los ritmos electrónicos del colectivo londinense Bala Club, otro con las melodías pequeñas y envolventes de la catalana Pavvla.

Finalmente, cruzando la frontera de la cintura se esconde el sótano. La zona recreativa. En esta planta destaca la habitación de gaming con pantallas de plasma y asientos rollo coche de carreras. Acceso libre; full equip. También hay una sala de exposiciones relativamente espaciosa donde, entre otras cosas, se podrán admirar las fotografías de Martina Matencio agrupadas bajo el título –yeah– ‘Desnúdate’.

Este piso mola porque es la antigua caja de seguridad de un banco y conserva su estética. Uno de los pasillos está atravesado por un portón macizo abierto de par en par, dejando a la vista del vouyer una salita secreta y tenue. Allí prevén presentar los gadgets más atractivos del mercado. Donde antes brillaban diamantes ahora lo hacen juguetes tecnológicos; las joyas del presente.

Pero una vez llegas allí, más allá del análisis del espacio, lo que vale la pena es analizar su programa.  La sustancia del proyecto. Hasta la fecha han pasado por allí conferenciantes especializados en comportamientos humanos que se ven afectados por el entorno digital. La tensión entre la carne y el coltán. Dónde acabas tú y dónde empieza tu móvil. En paralelo, el vehículo de la cultura circula cargado de fotos y cuadros, con beats electrónico sonando a todo trapo. Arrollando. El imaginCafé parece un capítulo de Black Mirror con música de M83.

Salvo por una cosa: el final no acojona. De hecho –y en esto sí se parece a la serie– dicho programa se nutre del público y sus inquietudes. imaginCafé tiene un espacio para los talentos emergentes que quieran presentar proyectos. Se llama ‘RISING’ y caben propuestas de música, emprendimiento, moda, fotografía, etc; un poco como el escenario de jóvenes promesas de un gran festival. Aquí tienes alguno de los adelantos en cuanto a programación:

Así es la esquina rara de calle Pelayo en Barcelona. De momento no la conoce demasiada gente y por eso se disfruta en petit comité. Entre amigos. Coges sitio en el coworking, aprovechas para trabajar un rato, te quedas a la conferencia y la alargas con dos cervezas en el concierto…Tres. Cuatro. “No iba a salir y me lié” que diría Chimo Bayo. De momento es un secreto compartido por unos pocos privilegiados, sí, pero dentro de dos días se petará muy fuerte. Porque es gratis, porque está en el centro y porque está de lujo.

¿Quieres ser de los privilegiados?

Cotillea sus redes sociales y síguelos a través de la web para estar al día de toda la programación. Tienen mandanga diaria. De la buena.

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