‘La chica que lo tenía de todo’: la realidad tras la ficción

La violación que sufre la protagonista de la historia se inspiró en la experiencia real de la autora del libro en el que se basa el film
‘La chica que lo tenía de todo’: la realidad tras la ficción

Si aún no la has visto, no pierdas más tiempo. La chica que lo tenía todo, protagonizada por una brillante Mila Kunis, es uno de los grandes aciertos de Netflix este otoño. La serie se ha popularizado en las redes a causa de la historia que narra: nos presenta una joven protagonista, Ani Fanelli, que vive una vida de éxito, pero que esconde un duro pasado que volverá a sacudir su vida: fue víctima de una violación grupal a los 14. La historia está basada en el libro de Jessica Knoll, Luckiest Girl Alive, que en 2015 fue la novela de misterio más vendida en los Estados Unidos.

El relato de la violación grupal, el proceso de victimización y el trauma, tan real que podría haber pasado perfectamente en la vida real, está basada en la experiencia de Jessi Knoll. El acoso de la protagonista y la violación no salieron de la nada, sino que la autora se basó en sus propias experiencias de adolescente. Unos hechos que se negó a explicar durante la publicación de su libro. Así, cuando se le preguntaba la fuente de inspiración para la historia, decía que se había basado en historias que había escuchado de otras personas. Hasta que se decidió a romper el silencio el 2017: escribió un ensayo para Lenny Letter relatando como había sido para ella vivir como una superviviente de violación. Igual que la protagonista de la película, Knoll buscó a través del éxito laboral y social una vía de escape.

A los 15 años sufrió una agresión sexual por parte de 3 chicos durante una fiesta. Por si no fuera suficiente traumática la experiencia, días después empezó una espiral de acoso escolar en la que la llamaban “puta”, incluso un profesor llego a insinuar que se lo merecía, explicaba Knoll en su ensayo.

La revelación de Knoll sirvió para conmocionar a la sociedad estadounidense, donde aún se hacía la vista gorda a las violaciones en los institutos y universidades. Un caso paradigmático fue el de una sentencia que perdonó la prisión a un estudiante y deportista de élite de la Universidad de Stanford por haber violado tras un contenedor a una compañera que se había desmayado bajo los efectos del alcohol. El argumento del juez fue que una condena mayoría podría tener un impacto negativo sobre el futuro prometedor del joven. ¿Os suena? Porque años más tarde esta misma sentencia inspiró el guion de Promising Young Woman. Una película que también os recomendamos por sus giros de guion.

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