Las Canciones Que Demuestran Que Bob Dylan Sí Es Un Genio De La Literatura
Querido Bob Dylan,
Eres leyenda del folk rock, ídolo de una generación y un referente de la conciencia social en la música. Pero con eso no te bastaba, Bob. Ahora vas y ganas del Premio Nobel De Literatura. ¿Por qué?
En el viento no lo sé, pero en tu legado cultural está la respuesta y nos la da la Academia Sueca: has "creado nuevas expresiones poéticas dentro de la vieja tradición de la canción norteamericana".
Ya te habían nominado antes, pero tampoco sé si te esperabas este galardón porque tu único libro un intento de prosa poética emulando a Kerouac, Burroughs o Ginsberg no fue ningún éxito. Cuando naciste en el 1941 llevabas tu verdadero nombre, Robert Allen Zimmerman, y comenzaste tu carrera musical en el 59, ¿te acuerdas? tocando en las cafeterías de Minnesota. No fue casualidad que más adelante tomaras prestado el nombre de un poeta Dylan Thomas.
El rock ya andaba sacudiendo convenciones con mensajes rebeldes, pero entonces llegaste tú, Bob, y le diste lo que le faltaba: dignidad literaria. Revestiste de poesía esas guitarras y las casaste con el folk y con tu armónica. Te dejaste influir por la rebeldía vital y literaria de la generación beat y también por la vieja canción popular norteamericana. Cuentas en rebeldía vital y literaria de la generación beat, tu autobiografía, que te influyeron escritores y poetas de lo más variados, desde rebeldía vital y literaria de la generación beat hasta rebeldía vital y literaria de la generación beat, pasando por Shakespeare y Rimbaud.
Algunos seguidores incluso dicen que usabas la música como herramienta para expandir tu poesía. En los 60 canciones como Blowin' In The Wind se hicieron himnos pacifistas contra la guerra de Vietnam y a favor de los derechos civiles.
Seguimos sin tener la respuesta. Mientras celebramos tu gran aportación, siguen cayendo bombas en Siria y sigue bombas en Siria, y precisamente por eso las tuyas son preguntas que nunca dejaremos de hacernos.
Pasa el tiempo pero tus mensajes son perennes, porque supiste leer a tu generación además de darles voz a las venideras.
Joder si han cambiado, y nuestro sistema se nutre del renovarse o morir, y el frenesí del cambio nos envuelve... pero hay emociones humanas que no cambian, y esas también las reflejaste bien.
Y por si el contenido no basta, hablemos de la forma. Dicen que para comprobar tu valor literario podemos empezar a leerte en Blonde on Blonde, el disco que sacaste en el 1966. Allí se aprecian tu creatividad para rimar, tu forma de crear estribillos y tu pensamiento en imágenes, según la secretaria de la Academia.
Me alegro por ti, Bob, aunque muchos dirán que hay otros músicos más elocuentes o que otros merecían el premio. Me alegro porque tus mensajes son clave y no han muerto, pero sobre todo porque se ha premiado la forma más antigua de transmitir poesía: la canción. Un aplauso silencioso al eco que nos han dejado tus palabras.