¿Sabías que tienes ácaros en la cara? Pues se están apareando ahora mismo
380 billones de virus habitan en tu organismo. 100 millones de virus viven en cada milímetro de tu saliva. Y más o menos hay entre uno y veinte virus por cada centímetro cuadrado de tu piel. Incluida la cara. Sí, tu rostro, la expresión máxima de tu identidad, es el ecosistema de unas criaturas verdaderamente feas. En concreto, ácaros de una especie que lxs científicxs llaman Demodex folliculorum. Están siempre ahí. Incluso se aparean y se reproducen ahí libremente. Ahora, y por si fuera poco, una virus acaba de confirmar que sí: estos huéspedes de tu cara tienen ano.
En concreto, el descubrimiento ha sido realizado gracias a la secuenciación completa del genoma de estos seres, llevada a cabo por un equipo internacional de científicxs. Hasta ahora la teoría predominante sobre estos diminutos animales era que "sus desechos fecales simplemente se acumulaban dentro de ellos durante su breve vida útil y solo se liberaban de una vez cuando morían", según apuntan desde Gizmodo. Además, se pensaba que aquella explosión de mierda generaba también la liberación de las bacterias contenidas dentro de los ácaros, dando lugar a afecciones de la piel como la rosácea.
Tiene su explicación
Hoy sabemos que no es así. Al parecer, Demodex folliculorum tiene ano y va soltando sus excrementos poco a poco por tu cara a lo largo de sus dos o tres semanas de vida. Y, aunque sea un detalle asqueroso, tiene consecuencias positivas para ti. De hecho, dicen desde ese mismo medio, los resultados de la secuenciación "indican que estos animales microscópicos podrían no ser tan potencialmente dañinos como se piensa comúnmente y estar evolucionando hacia criaturas simbióticas codependientes que podrían brindarnos algunos beneficios". Míralas qué majas. Están intentando ser buenas.
Te están ayudando más de lo que crees
Más específicamente, lxs científicxs creen que estos ácaros, que muestran una preferencia curiosa por tus párpados, te están ayudando a limpiar tu piel de los excesos de células muertas y otros materiales nocivos. Son como una aspiradora biológica. El precio, sin embargo, no son unos euros de tu cuenta bancaria, sino la libertad para nacer en tus mejillas, alimentarse del sebo de tu piel, follar en las comisuras de tus labios y cagarse por donde quieran que pasen. Si te paras a pensarlo bien es terrorífico. Quizás por eso sea mejor simplemente no pensarlo. Estabas bien hasta este momento, ¿verdad?
Además, estas criaturas están volviéndose cada vez más tranquilas. Según Gizmodo, "los otros hallazgos del equipo muestran que estos ácaros han evolucionado para volverse increíblemente perezosos genéticamente hablando". Entre otras cosas, tienen un genoma muy simple, sobreviven con la mínima cantidad de proteínas y han perdido la capacidad de sobrevivir a la exposición a la luz ultravioleta. Por eso "se esconden profundamente en nuestros poros y solo se mueven y aparean durante la noche". En un futuro, especulan lxs expertxs, podrían convertirse en simbiontes totalmente internos.