La pasada temporada, durante la primavera, ya empezamos a ver algunas prendas de tul transparentes en los escaparates de las tiendas. Durante el verano uno de los grandes hits fueron los pantalones blancos de punto croché que generaban un efecto semitransparente. Lo cierto es que se trataba de una avanzadilla del retorno de las transparencias que este invierno han llegado para quedarse. Ya sean tops de tul con estampados coloristas, pero transparentes o vestidos hechos de strass.
Los diseños que se pudieron ver en la 080 de Barcelona son la confirmación del retorno de una tendencia que se remonta a los años 20. Así, los vestidos transparentes de tul y los de strass, también conocidos ‘naked dress’ se han hecho un hueco en el armario de las celebridades como Megan Fox o Florence Pugh. La actriz de Mujercitas dejó a muchxs bocquiabiertxs cuando apareció en el desfile de Valentino de este verano con un vestido de tul rosa.
Al momento, la actriz se vio envuelta en un aluvión de críticas en las redes por haber aparecido con esta prenda, a lo que ella respondió sin pelos en la lengua: “Respetad los cuerpos. Madurad”. De hecho, el uso de las transparencias a lo largo de los años ha servido como elemento disruptivo en la moda y ha ido adquiriendo elementos reivindicativos, especialmente como una protesta a la sexualización de los pezones femeninos. Una parte del cuerpo que, hoy en día, siguen siendo tabú, tal como demuestra la política de censura de Instagram.
Aunque lo cierto es que para vestir tanto un “naked dress” como un top transparente, no hace falta que vayas sin sujetador si no te sientes cómoda. De hecho, el uso de este tipo de prendas permite generar looks mucho más sensuales y fantasiosos gracias a que se puede ver la ropa interior. ¿Recuerdas ese conjunto de encaje tan mono que te compraste hace un año? Es la ocasión ideal para lucirlo. Las transparencias añaden un nuevo nivel a la hora de crear looks, pudiendo combinar también la ropa interior con el estilismo que decidas llevar en ese momento.
En el juego de las transparencias, la ropa interior también te sirve para decidir si dar más peso a una capa o a otra. Es decir, un sujetador negro y unas bragas negras, sencillas, a pesar de destacar bajo el tul del vestido, no le robarán protagonismo al conjunto completo. Por contra, si decides llevar un top donde lo que luzca por debajo sea un sujetador de encaje, este será el foco de todas las miradas. La gracia del tul y las transparencias es que puedes conseguir desde looks más agresivos a unos más dulces o románticos.